Emprendimiento e Innovación Social: Un Nuevo Horizonte para América Latina y Perú
By Cinthia Varela & Marlith Quiroz
El emprendimiento social y la innovación social se han convertido en pilares fundamentales para el desarrollo sostenible de América Latina y en particular del Perú, un país en el que aún enfrentamos grandes desafíos sociales. En este contexto, el emprendimiento e innovación social emergen como soluciones viables y necesarias, puesto que no sólo buscan generar valor económico sino, sobre todo, valor social y ambiental, abordando desafíos que afectan a poblaciones en situación de vulnerabilidad.
Los emprendimientos sociales son negocios que pueden incluir diferentes estructuras legales, pero cuyo objetivo es crear de manera intencional valor económico y social. A diferencia del emprendimiento tradicional, el emprendimiento social trata la dimensión social como su objetivo principal, mientras que la dimensión económica es, a menudo, un subproducto que permite a la organización ser sostenible. (Andrea Prado, El emprendimiento social en América Latina y el Caribe).
América Latina ha mostrado un creciente interés en el emprendimiento social. Según el informe "Emprendimiento Social en América Latina" de la Fundación Avina y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), alrededor del 20% de los emprendedores en la región identifican sus empresas como sociales. Este fenómeno refleja una tendencia hacia modelos de negocio más inclusivos y sostenibles.
En Perú, esta tendencia también es evidente. El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) reporta que el 36% de los emprendedores peruanos están motivados por la creación de impacto social positivo, lo cual coloca al Perú como uno de los países líderes en la región en términos de emprendimiento social.
La innovación social - entendida como una solución novedosa a un problema social que es más efectiva, eficiente, sostenible y justa que las soluciones existentes (Stanford Social Innovation Review, 2008)- es un componente crucial del emprendimiento social. Estas soluciones pueden generarse a través de la implementación de nuevas ideas, productos, servicios y modelos de negocio que satisfacen necesidades sociales de una manera más eficaz y sostenible. En el Perú la innovación social ha sido clave para atender los desafíos de las poblaciones que se encuentran en la base de la pirámide, constituyendo una alternativa a las intervenciones filantrópicas, gubernamentales o meramente comerciales para atender este segmento de la población.
La Red de emprendimientos sociales de Kunan tiene muchos ejemplos destacados. Uno de ellos es TAPPOYO, fintech que otorga préstamos grupales inclusivos, rápidos y con una tasa de interés justa a emprendedoras sin historial crediticio, contribuyendo de esta manera a reducir el acceso limitado a financiamiento para mujeres vulnerables, donde en LATAM sólo 3 de cada 10 préstamos son otorgados a mujeres y en el Perú solo el 12% de las mujeres están incluidas en el sistema financiero.
El éxito del emprendimiento social depende en gran medida de las alianzas estratégicas y la colaboración entre los distintos actores del ecosistema. El sector privado juega un rol fundamental, no solo como financiador, sino también como colaborador en la implementación de soluciones innovadoras e incluso, para incluirlas en su modelo de negocio y cadena de valor.
En América Latina y el Perú, las empresas están comenzando a integrar la sostenibilidad con el apoyo de emprendimientos sociales. Por ejemplo, empresas del sector retail peruano vienen trabajando junto a emprendimientos sociales como Mujeres de Mi Barrio, Las Traperas y Metamorfosis para implementar proyectos de economía circular reutilizando prendas y mermas textiles para convertirlos en productos nuevos (upcycling).
Pero incluso muchas empresas están yendo más allá, al incorporar la innovación social dentro de sus organizaciones para mejorar productos y servicios, crear modelos de negocio nuevos o más sostenibles o atender nuevos mercados, a través de distintas herramientas como concursos, venture client, venture builder, incubadoras, aceleradoras y corporate venture capital. De esta forma, resuelven problemas sociales a través de procedimientos y estrategias innovadoras, y al mismo tiempo que alcanzan resultados económicos.
A pesar de los avances, el emprendimiento social en América Latina y Perú aún enfrenta grandes retos como la falta de financiamiento. El desafío principal para los emprendedores sociales es el acceso a créditos, dado que su enfoque en metas sociales en lugar de financieras no los hace tan atractivos para la banca tradicional (GEM). En este contexto, la inversión de impacto surge como una alternativa al buscar un retorno financiero, pero también un impacto social y ambiental positivo y medible.
Por otro lado, la falta de un marco legal específico -que reconozca y apoye a los emprendimientos sociales (a pesar del impulso de la Ley BIC); la escasa inversión en investigación, desarrollo de innovación social y en formación específica para emprendedores sociales dificulta la escalabilidad y crecimiento de sus iniciativas, especialmente en países donde los emprendedores tienen un menor nivel educativo en comparación con otras regiones del mundo (GEM).
No obstante, las oportunidades son vastas. La creciente conciencia sobre la necesidad de modelos de negocio sostenibles y la disponibilidad de tecnología para resolver problemas sociales abren un horizonte prometedor. Las políticas públicas orientadas a impulsar el emprendimiento social, como la Ley General de Emprendimiento Social en México, pueden servir de modelo para otros países de la región.
El emprendimiento e innovación social representan un nuevo horizonte para América Latina y Perú, ofreciendo soluciones innovadoras y sostenibles a desafíos sociales y ambientales persistentes. Es fundamental que los gobiernos, el sector privado, la academia, sociedad civil y las organizaciones de soporte trabajen de manera conjunta para generar las condiciones que faciliten la creación y escalabilidad de este tipo de emprendimientos, asegurando su impacto positivo y sostenible en nuestras comunidades.
El camino hacia un futuro más sostenible está en marcha y el emprendimiento e innovación social son piezas claves en este rompecabezas. Con el apoyo adecuado y el esfuerzo conjunto entre los distintos actores del ecosistema, América Latina y Perú pueden liderar el cambio hacia un modelo de desarrollo más inclusivo y sostenible.
Cinthia Varela
Directora Ejecutiva de Kunan - Plataforma de Emprendimiento Social en Perú, Presidenta y Co-Fundadora de The Family Business School, y docente en la Universidad del Pacífico y la Universidad Privada de
Ciencias Aplicadas.
Marlith Quiroz
Coordinadora de Kunan - Plataforma de Emprendimiento Social Peruana. Máster en Innovación y Emprendimiento por la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, con más de 7 años de experiencia en gestión de ecosistemas de emprendimiento e innovación, gestión de programas de emprendimiento social y gestión de proyectos de responsabilidad social.